Neo Romance de Neo2

Neo Romance de Neo2

Neo Romance, una historia de moda y amor

Neo Romance

Fotografía: Jesús Ubera
Estilismo: Javier de Juanas
Operadora de iluminación: María Sanchez Durán
Retoque digital: Jon Iparraguirre Martínez + Jesús Ubera
Muah: Almudena García para Graftobian e I.C.O.N.
Asistente digital: Ismael Yunta de Master Pro Studio
Producción: Judith Vazquez
Producción en set: Raquel Echevarría
Asistente de producción: La Santa Ángela
Modelos: Africa @ View Management + Fridjtof Garmann @ Uno Models
Agradecimientos: Juan Francisco Calero

Fridjtof usa un look completo de Louis Vuitton en la imagen de arriba, y África lleva un look completo de Moncler x Richard Quinn y

pendientes de OSB Vintage.

Neo Romance en la era de los millennials y centennials: tendencias y modas

La generación X maduró con la redes sociales, mientras que los millennials directamente crecieron con ellas, y los centennials ya nacieron con ellas. ¿Existen diferencias generacionales en el amor y el romance? ¿Las redes sociales marcan diferencias en las relaciones románticas? En el sentido profundo, las relaciones de pareja son relativamente iguales de una generación a otra. Aunque puede que haya ciertas tendencias.

Por ejemplo, la primera tendencia de los neo romance entre centennials es que presumen de querer relaciones abiertas, y no definirse por un género u otro. ¿Es una moda? ¿Es pura pose? ¿Queda bien decirlo? Puede, no podemos estar seguros si es una tendencia neo romance. Eso se verá con el tiempo. Pero la generación X ya salió escaldada de esas experiencias abiertas de poli-amor que probaron sus padres sin mucho éxito y bastante drama.

Los millennials, más ingenuos en cierto sentido, han idealizado sus relaciones e idilios gracias a la distancia que facilitan las redes sociales y servicios de mensajería instantánea y privada. Muchos, muchísimos, han llegado a tener un auténtico romance, e incluso varios, a través de las redes. En algunos casos, ese romance incluía una relación romántica de fidelidad (no siempre recíproca, claro está). Y todo sin llegar a conocerse, vía online exclusivamente.

Se dice, a pesar de su ingenuidad, que los millennials es la primera generación que ha matado el romance. La posibilidad de tener numerosos romances, flirteos y relaciones sexuales más o menos esporádicas a la vuelta de una app y un click hace que el romance, o más bien el compromiso de una relación a medio o largo plazo, peligre. Por no hablar de todo lo que se dice sobre que ya no saben ligar cara a cara, sino a través del móvil.

A pesar de tanta evolución generacional, siguen pesando la cultura de la pareja y la búsqueda de la media naranja como si fuera el santo grial. Es como una meta en la vida. Y cuando la tienes, hay que presumir en las redes sociales. Esto sí que es una tendencia en el romancero digital. Pero ya avisan los estadistas: dime de qué presumes y te diré de qué careces. Hay estudios que dicen que cuanto más presume una pareja en redes sociales, mayores son sus problemas de romance. Yo no lo sé.

Es cierto que la tecnología ha acabado hasta cierto punta con la cultura del ligue, el salir con la sana intención de ligar, el currárselo cara a cara y con una cierta perseverancia. Pero el romance, ya sea digital o analógico, sigue siendo igual, se sienten las mismas mariposas que hace década y siglos. También hay que currárselo, quizás sea más fácil, pero también hay mucha más competencia, así que no sé yo.

En la esencia, no creo que haya muchas diferencias generacionales cuando hablamos de romance y amor. Ahora hay más posibilidades, más competencia, más probabilidad de tener muchas más parejas a lo largo de la vida… pero no todo tiene que ver con la tecnología y las redes sociales, también con las condiciones laborales, a veces abusivas, el mercado laboral precario, la movilidad laboral, la imposibilidad de tener propia casa y hacer planes de futuro… Todo eso genera inestabilidad… y el romance a largo plazo lo que busca es estabilidad. En el neo romance y el amor verdadero no hay tendencias. Es como siempre. Te palpita o no te palpita.